Los arándanos son alimentos con propiedades extraordinarias. Esta es una baya típica de Norteamérica y los países nórdicos europeos. Los beneficios de los arándanos son innumerables, por ello, esta fruta se considera como un tesoro muy presente. Prueba de ello es la cantidad de sonoros nombres que la sociedad le ha dado a lo largo del tiempo:
En Galicia los pequeños aprenden enseguida a llamarlos “arandos” o “uvas-do-monte”.En Cantabria, Asturias y Castilla-León son las arandillas, los meruéndanos o los ráspanos. En el País Vasco, los “abi”, “arabi” o “azari-mats”.En Cataluña, los “mirtils”,“naions”, “nabius”, “anajós” o “raïms de pastor”.
En Europa, los arándanos azúles corresponden a la especie Vaccinium myrtillus, una planta de 10 a 20 centímetros que puede crecer entre brezales, entre pinos y helechos.
Propiedades de los arándanos
Como se mencionó con anterioridad, las propiedades de los arándanos son múltiples, ya que aportan nutrientes que refuerzan el sistema inmunitario y protegen la salud del corazón, el sistema digestivo y el cerebro, entre otros órganos del cuerpo.
Previene la degeneración del cerebro
Estudios publicados en la Biblioteca Nacional de Medicina indica que “el consumo habitual de arándanos hace más lento el declive cognitivo asociado al Alzheimer y otras enfermedades degenerativas”.
Protege contra la demencia
Aunque la disminución de las funciones cognitivas a medida que avanza la edad es un proceso inevitable, investigaciones publicadas en el portal elespañol.com destacaron que “existen algunas formas de atenuar las consecuencias del envejecimiento y existen dos que son las más destacadas, entre ellas, practicar ejercicio físico moderado y la segunda, mantener una dieta saludable que incluya los arándanos”.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Cincinnati dirigidos por Robert Krikorian analizó la mejora de las funciones intelectuales en 94 individuos entre 62 a 80 años con problemas cognitivos leves.
Estos se dividieron en cuatro grupos a los cuales se les suministró diferentes cantidades de arándanos y aceite de pescado juntos. Los hallazgos demostraron que las personas que consumieron estos alimentos presentaron mejoras cognitivas leves. En individuos sanos, resaltaron que los efectos serían menos intensos.
Reducen los síntomas de Alzhéimer
El mismo grupo de investigadores realizó un segundo estudio donde participaron 47 adultos con deterioro cognitivo leve, un paso previo a la enfermedad de Alzheimer, con edades entre los 65 y 77 años. Posteriormente, a consumir 30 mililitros de zumo de arándanos cada día durante 16 semanas, se pudo demostrar el aumento de la actividad cerebral y la memoria en comparación con las personas que no consumieron el fruto.
Al mismo tiempo, se demostró una mejora en la actividad cerebral mediante ejercicios cognitivos y mediante pruebas de imagen, como la resonancia magnética funcional, donde se detectó un aumento de flujo sanguíneo cerebral.
Previenen las infecciones urinarias
Una indicación tradicional del arándano que los estudios científicos han confirmado es la prevención y el tratamiento de infecciones urinarias. Los indígenas americanos ya los usaban con este fin.
Actúan mediante un doble efecto. Por una parte, la abundancia de ácidos orgánicos aumenta la acidez de la orina e impide la proliferación de bacterias. Por otra, los flavonoides desinflaman las paredes venosas e impiden que los microorganismos se adhieran y se multipliquen.
También actúan contra las infecciones digestivas. Varios estudios realizados en Estados Unidos, Israel y China han demostrado que los componentes del arándano combaten los virus que causan afecciones digestivas, e impiden que bacterias como la Helicobacter pylori se fijen a las paredes del estómago y causen úlcera e incluso cáncer.
Los ácidos orgánicos elágico, cloragénico y cumárico refuerzan este efecto anticancerígeno, especialmente frente a los tumores de estómago, hígado, colon y piel.