El precio de una onza de oro llegó a los 2,721.43 dólares el pasado 18 de octubre, un nivel 39.7% por encima del precio que tenía hace un año. De igual manera, los futuros del oro alcanzaron nuevos niveles récord en un contexto de interminables tensiones geopolíticas y aumento de la incertidumbre económica, y todo indica que van a subir aún más.
El oro ha sido utilizado como un refugio seguro e instrumento de inversión a lo largo de los siglos, sirviendo como una protección confiable contra la incertidumbre económica y la volatilidad de los mercados. Su capacidad para preservar el valor ha hecho que sea un activo clave en tiempos de elevada inflación, ya que, a diferencia de las monedas fiat, no depende de gobiernos o bancos centrales. En la actualidad, en un contexto de elevadas tasas y de enorme inestabilidad geopolítica global, el oro ha vuelto a ganar protagonismo como una opción sólida para inversionistas que buscan diversificar sus carteras y proteger su patrimonio.
En un artículo de Joseph Hoppe publicado el 18 de octubre en el Wall Sttreet Journal y titulado “Los precios del oro alcanzan un nuevo récord y se prevén mayores ganancias” se menciona que es probable que el oro siga teniendo un buen desempeño en lo que resta del año, impulsado por varias tendencias clave: la continua depreciación del dólar estadounidense, la precaria situación fiscal de muchas naciones occidentales, la monetización de dichos déficits fiscales y el deseo global de una reserva de valor independiente de otros activos e instituciones.
Sin embargo, la demanda física de oro, a diferencia de la demanda de los inversionistas, ha sido débil, dados sus elevados niveles de precios y fuertes ganancias recientes. En cambio, los fondos de cobertura han impulsado la mayor parte del alza en el precio del oro. Los fondos de inversión de oro cotizados en bolsas globales agregaron un 5% adicional al precio con respecto a septiembre para llevar el valor de los activos de oro a un pico de fin de mes de $271 mil millones de dólares.
Según los analistas de la firma consultora Macquarie, las difíciles perspectivas fiscales en los mercados desarrollados son actualmente un elemento estructural clave que genera la tendencia alcista en el mercado del oro, y las próximas elecciones estadounidenses evidentemente contribuyen a la incertidumbre en ese frente.
Por su parte, la firma Sprott menciona que la incertidumbre económica es un factor predominante y es probable que las propuestas económicas de los candidatos presidenciales estadounidenses Kamala Harris y Donald Trump impulsen aún más los precios del oro, ya que se espera que la irresponsabilidad fiscal de Estados Unidos continúe independientemente de cual de los dos candidatos gane.
Si Trump gana, la posibilidad de que ocurran alzas de aranceles (que tendrán efectos en la inflación a futuro) y otras incertidumbres geopolíticas podrían proporcionar un impulso adicional a la inversión en oro. Dicho esto, las políticas tanto de Trump como de Harris harán que aumente la deuda estadounidense, aunque aumentará más durante un posible gobierno de Trump.
Los datos consistentemente sólidos de la salud del mercado laboral estadounidense han frenado las esperanzas de otro recorte de medio punto porcentual en la tasa de interés de Fondos Federales de la Reserva Federal, pero el mercado sigue descontando recortes de tasas más pequeños antes del fin de este año, lo que normalmente es una ventaja para el lingote de oro que no paga intereses, ya que reduce el costo de oportunidad.
El ritmo más lento del crecimiento económico y la inflación significan que es probable que los recortes de las tasas de interés continúen durante la mayor parte del próximo año.
Es previsible que el impulso en el precio del oro, impulsado por los recortes de tasas de interés, continúe hasta que exista mayor claridad sobre la duración real de este ciclo de flexibilización monetaria y su posible final, el cual podría situarse por debajo de una tasa de interés del 3%. En este contexto, las fuertes entradas de inversión han sido el factor más determinante en su apreciación.
Por otro lado, la demanda de oro como refugio seguro sigue sólida debido al aumento de riesgos geopolíticos y la incertidumbre electoral en Estados Unidos, lo que mantiene su valor bien respaldado en los mercados globales.
También es cierto que los inversionistas están buscando seguridad en el oro después de que Israel matara al líder de Hamás Yahya Sinwar el jueves 17 de octubre por la noche, lo que marca un posible punto de inflexión en la guerra. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el país seguirá luchando hasta que todos los rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre del año pasado sean liberados, aunque es probable que se enfrente a una mayor presión de Estados Unidos y en el propio Israel para poner fin a la ofensiva militar y llegar a un acuerdo.
Analistas de la firma BMI han dicho que son neutrales o alcistas con respecto al precio del oro para fines de 2024 hasta el primer trimestre de 2025, ya que los precios reciben apoyo de los recortes de tasas de la Reserva Federal y los altos niveles de tensión geopolítica. BMI espera que los precios al contado del oro se negocien dentro del rango de $2,500 a $2,800 dólares la onza en los próximos meses.
Adrian Ash, director de investigación del mercado de metales preciosos en línea BullionVault ha dicho que los inversionistas privados siguen obteniendo ganancias a pesar de los precios en niveles récord, ya que el ritmo de las liquidaciones está lejos de ser apresurado dado que los inversionistas no están vendiendo tan rápido como suben los precios.
«El ritmo medido de las ventas netas en general muestra que los inversionistas siguen confiando en las perspectivas a largo plazo del oro», dijo Ash.
Sin embargo, independientemente del espectacular aumento del oro en lo que va de año, se debe tener cautela antes de comprar en estos niveles tan altos y en un mercado alcista. Si bien el oro se ha beneficiado de las entradas de inversionistas de largo plazo y de los bancos centrales que buscan diversificar sus carteras, el reciente aumento de las posiciones largas netas de dinero administrado sugiere un marcado aumento del interés táctico. Los horizontes de inversión de las personas, las carteras de activos y las tolerancias al riesgo deben tenerse en cuenta antes de invertir en oro.
El papel de los bancos centrales
Los bancos centrales han desempeñado un papel clave en el reciente aumento del precio del oro en al menos dos vías. Por un lado, al ser ellos responsables directos o indirectos de la inflación ocasionada por la expansión monetaria que han llevado a cabo y al ser compradores netos de oro como activo en sus reservas internacionales.
Esto último significa que los bancos centrales han desempeñado un papel crucial en mantener el atractivo del oro como activo financiero. En los últimos dos años, su considerable apetito por el oro impulsó sus precios incluso en un contexto en el que aumentaban las tasas de interés a nivel mundial.
Hace unos días se llevó a cabo la London Bullion Market Association en la ciudad de Miami, Florida, en la que bancos centrales de todo el mundo reafirmaron su interés estratégico en el oro. En el evento, los bancos centrales de la República Checa, Mongolia y México subrayaron la importancia del oro, aunque cada banco tiene su propia lógica: Mongolia ve el oro como un activo seguro, mientras que el Banco Nacional Checo enfatiza su papel como diversificador de su portafolio. A pesar de las diferencias en la estrategia, ninguno de estos bancos está participando en derivados del oro, y Londres sigue siendo su centro de almacenamiento favorito. Según el Consejo Mundial del Oro, las compras de oro por parte de los bancos centrales aumentaron un 6% en el segundo trimestre, aunque se prevé una reducción de aproximadamente 150 toneladas en las compras de 2024 en comparación con las de 2023.
Este tema es importante porque el valor perdurable del oro se destaca a medida que los bancos centrales siguen defendiendo su importancia en sus reservas. Esta demanda continua subraya la resiliencia del oro incluso en momentos en los que ocurren eventos que influyen a la baja en el precio de otros activos. Sin embargo, una disminución proyectada en las compras de los bancos centrales podría moderar el crecimiento del precio del oro, lo que indica un potencial de recalibración en las estrategias de mercado centradas en los metales preciosos.
Mientras persistan las tensiones geopolíticas y la incertidumbre económica, el oro ofrece un refugio estable, que equilibra las carteras frente a los cambios volátiles. El enfoque en la no correlación del oro con otros instrumentos financieros lo posiciona como un componente vital en la estrategia para navegar por las complejidades de los panoramas económicos globales.
A manera de conclusión podemos decir que el oro sigue siendo una herramienta valiosa para los inversionistas que buscan protegerse de la incertidumbre económica y las tensiones geopolíticas, con su precio impulsado por factores tanto estructurales como coyunturales. La continua demanda de los bancos centrales y los inversionistas, así como la volatilidad en los mercados financieros globales, respaldan su relevancia como refugio seguro. Sin embargo, a medida que los precios alcanzan nuevos máximos, es esencial que los inversionistas consideren sus estrategias a largo plazo, la tolerancia al riesgo y la posibilidad de una corrección en el mercado, antes de tomar decisiones impulsadas por el fervor actual.
Son tiempos de mucha incertidumbre y necesitamos estar informados.
Alejandro Gómez Tamez*
Director General GAEAP*
alejandro@gaeap.com
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